La bulimia no se clasificó como enfermedad hasta mediados de los años 70. El primero en ponerle nombre fue el psicólogo británico Gerald Russell. “Hasta entonces, esta enfermedad era muy rara”, explica el doctor Russell en declaraciones con Science of Us.
400.000 personas en España sufren algún tipo de trastorno alimentario. La mayoría son chicas y tienen entre 12 y 24 años, pero cada vez hay personas más mayores y chicos.
Las personas bulímicas realizan a escondidas los atracones, es decir que comen grandes cantidades de alimentos y luego vomitan para no engordar.
Para provocar el vómito pueden usar
laxantes, suplementos o diuréticos. Tambien siguen una dieta estricta y hacen ejercicio de forma excesiva.
En los atracones ingieren comida variada, pero generalmente se trata de dulces, pasteles o chocolate. Las personas con este trastorno se sienten muy avergonzados de su conducta e intentan ocultar los síntomas.
En estos atracones incluso pueden llegar a ingerir comida de la basura o congelada. Estas personas no se sienten comprendidas en la sociedad y suelen ser personas inseguras y con una baja autoestima.
«Las personas con bulimia suelen tener un peso normal o incluso sobrepeso y con muchas variaciones. Al igual que las personas con anorexia, se obsesionan con el peso y la figura, sobrevalorando su importancia, y tienen “dismorfofobia”, es decir, se ven determinadas zonas del cuerpo más voluminosas de lo que las tienen en realidad», informa la Asociación Española de Pediatría.
Muchas famosas han confesado haber padecido este trastorno como Amy Winehouse, Ruth Lorenzo o Demi Lovato. Muchos especialistas explican que el origen de la enfermedad puede ser por el estrés, pero recientemente un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología ha comprobado que las personas que padecen bulimia nerviosa podrían tener reacciones cerebrales diferentes a aquellos que no padecen este trastorno.
Porque las personas bulímicas tienen poca circulación de la sangre en la parte central del cerebro, el precúneo. Las causas de esta enfermedad también pueden ser por antecedentes familiares de trastornos alimentarios, falta de equilibrio emocional, percepción negativa sobre la propia imagen, etc.
Tipos de bulimia
Hay dos tipos de bulimia que son:
Purgativa
Después del atracón la persona bulímica recurre a vómitos, laxantes o diuréticos.
No purgativa
Tras el atracón realiza ejercicio excesivo.
Síntomas de la bulimia
La persona bulímica puede ocultar su trastorno, ya que evita el contacto familiar y social. Los síntomas de que una persona sufre esta enfermedad son:
- -Autoestima muy baja, ansiedad o depresión.
- -Herida en la boca y en las manos.
- -Evita las comidas asegurando haberlo hecho ya.
- -Si pasa mucho tiempo realizando ejercicio.
- -Va al baño inmediatamente después de comer.
- -Se siente culpable después del atracón.
- -Deshidratación.
- -Caries dental y enfermedad en las encías.
- – Problemas digestivos.
- -Abuso de alcohol y drogas.
- – Periodos menstruales irregulares o ausentes.
- – Bajo nivel de potasio en sangre.
- – Rupturas del esófago.
- -Hemorroides.
- -Inflamación de la garganta.
- – Pancreatitis que puede llegar a ser crónica.
- – Estreñimiento.
- – Caída del cabello.
- – Piel seca.
- – Debilidad en las piernas.
- – Cambios en la voz.
- – Dolor de cabeza.
- – Desmayos frecuentes.
- -Falta de sueño.
- -Mal humor.
- -Pérdida del esmalte dental.
- – Aumento de la glándula salivar.
- -Alteraciones cardiovasculares.
- -Hipotiroidismo.
- -Alteraciones neurológicas.
- -Disminución de masa ósea.
Diagnóstico del trastorno
Se llega al diagnóstico de la bulimia si los atracones son al menos dos veces a la semana, si hay una preocupación constante por la comida, vómitos autoprovocados, usos de laxantes y el objetivo de perder mucho peso.
«Acudir a terapia es el primer paso para afrontar este cambio tan necesario», explica Rafael Sánchez Barrero, psicólogo sanitario.
Las personas con este trastorno necesitan un tratamiento y apoyo especializado para superar esta enfermedad. Es muy importante que los padres también acudan a la terapia con el psicólogo, porque los pacientes muchas veces niegan los síntomas y tratan de ocultar la gravedad del problema.
Es fundamental iniciar cuanto antes la terapia que se basa en tres partes: una medicación, unas medidas psicológicas que incluyan un programa de conducta y unas pautas que modifiquen el entorno.
El especialista tiene que descubrir qué le ocurre al paciente y por qué tiene ese descontrol con la comida. Para un diagnóstico adecuado es necesario una exploración física.
El tratamiento
El tratamiento de la bulimia se basa en:
Psicoterapia
Implica hablar sobre la bulimia con el psicólogo.
Medicamentos
Junto a la psicoterapia el paciente puede tomar antidepresivos, porque pueden ayudar a aliviar los síntomas de la bulimia.
Educación nutricional
El nutricionista le ayudará a comer con regularidad y a que siga unos hábitos alimentarios saludables.
Hospitalización
El paciente tendrá que recibir tratamiento en un hospital, si los síntomas son graves.
Lucha constante
La mayoría de las personas con este trastorno alimentario se recuperan, pero los síntomas no desaparecen por completo. Si el paciente nota que los atracones pueden volver, es aconsejable que pida ayuda al equipo médico.