Cada fiesta en particular demanda su propio disfraz, así como esas fiestas en las que los pequeños se acuerdan siempre de tenerlas en cuenta. Conscientes de lo importante que esto, vamos a hacer una serie de recomendaciones para poder disfrazarnos y así evitar riesgos y gastos que no sean necesarios.
Control del fuego y de las fuentes de calor
Existen una serie de disfraces que puedan ser inflamables. Para ello hay que evitar las pelucas, caretas o capuchas, donde si especialmente son sobrecargadas, el riesgo va a ser bastante mayor. De la misma, forma, también es bueno alejar al niño de estufas, bengalas, fuegos artificiales, mecheros, etc.
Adquirir un disfraz que se adapte a la edad del niño
En los envoltorios del disfraz suele aparecer al edad mínima que se recomienda y algunas advertencias y demás instrucciones que deben ser leídas con atención antes de proceder al pago. Algo que hay que tener en cuenta es que con vista a una posible reclamación, es necesario conservar la identificación del fabricante y también del importador en cuestión.
No al maquillaje en los menores de 3 años
Mejor es no maquillarlos, puedes utilizar maquillaje en agua que sea sencillo a la hora de aplicarlo y quitarlo.
La higiene en las denominadas lentillas de fantasía
Hay disfraces que van a incluir lentes de contactos, pero es mejor no jugar con los ojos. Cómpralas en puntos de venta que no estén autorizados y que no estén sujetas a control alguno. Si a pesar de ello vamos a utilizar lentillas de fantasía, tendremos que tomar una serie de medidas de higiene que con las lentillas normales. Para ello deberás lavarlas con regularidad, tanto manos como las propias lentes.
Por qué es bueno que los niños se disfracen
Pensemos que los niños lo que hacen es permitir que los más pequeños exploren aspectos de su realidad a los que no se han acostumbrado. Mediante ellos pueden ser otros seres que están dentro de su interior. Al final es una representación de las cosas que les suceden o de las que no hablen en público en situaciones normales.
Pensemos que los disfraces también son los encargados de la apertura a ese extraordinario mundo que es la imaginación, una gran olvidada. Se debe explotar en los primeros años de vida lo más que se pueda.
Los pequeños pueden creerse que son zombies que sangran o unas brujas con poderes. La ventaja más importante es que ellos puedan tener confianza en su interior, para que asís e planteen hacer cualquier cosa que se vayan a proponer.
No olvidemos que disfrazarse es algo que va a fomentar la empatía entre los niños. Así es como van a poder la realidad desde otro punto de vista y pudiendo aprender bastantes valores a nivel educativo.
Pensemos que es interesante hacer una apuesta seria por disfraces que vayan a transmitir a los niños mensajes positivos y no violencia.
Una apertura a un mundo repleto de imaginación
Los disfraces infantiles, son según la casa de los disfraces son un arma importante en el desarrollo de la creatividad de los pequeños. Solo tenemos que apoyarle a que se ponga el disfraz y así poder añadir otros elementos como el maquillaje o los accesorios.
En el caso de que no contemos con disfraz, va a ser una magnífica opción el contar con accesorios y ropa viejos con lo que por ejemplo el niño pueda fabricarse su propio traje.
El encontrar refugio mediante el disfraz del personaje, es una herramienta buena para que salga a luz una serie de sentimientos que sin ello no podrían ser capaces de hacer.
Toda una serie de sentimientos se producen mediante están disfrazados. Lo mismo podemos decir de la vergüenza, la cual también va a pasar a un segundo plazo cuando se disfrazan.
Tal y como nos dicen en lacasadelosdisfraces.es, aprender a afrontar los problema desde otro punto de vista y ello puede ser una buena solución para acabar de forma definitiva con ello.
No olvidemos que los niños lo solucionan con una representación que no es la misma de forma exacta que en la vida real. Por todo ello, se deben favorecer las posibilidades de representación que la vida, juegos o disfraces de carnaval o Halloween suelen ofrecer a los niños.
Una invitación a disfrazarse en las fiestas es una forma inmejorable de comenzar y de que continúen las tradicionales. Piensa que, aunque lleva en España poco tiempo, está ya integrado en nuestra cultura.
Seguro que con todo esto que te hemos dicho vas a tener más fácil el tomar la decisión de disfrazar al niño.