¿Qué son las varices y cómo tratarlas?

¿Qué son las varices?

Además de su aspecto estético poco agradable, las varices son un problema de salud. Están relacionadas con el sistema circulatorio periférico. Veremos en este artículo por qué aparecen y cómo tratarlas.

Los cirujanos del Centro Quirúrgico Calero & Manzano, un centro médico dirigido por cirujanos con más de 10 años de experiencia, ubicado en Cartagena, opinan que las varices deben ser tratadas lo antes posible, ya que la tendencia natural es a que se agraven, llegando a ocasionar complicaciones de salud aún mayores, como úlceras cutáneas o trombosis venosas.

Aparte de esas venas abultadas y azuladas que aparecen en las piernas, las varices suelen venir acompañadas de sensación de piernas casadas, dolor en la zona, hinchazón, calambres nocturnos, picazón alrededor de las venas, etc.

La sensación puede llegar a ser bastante desagradable. Dificultando la vida habitual de la persona que lo sufre. Así nos lo cuenta Marina, una señora de 57 años que trabaja atendiendo un despacho de pan en Barcelona. “Después de estar todo el día de pie, detrás del mostrador, cuando llego a casa, estoy destrozada, las piernas me duelen a rabiar. Necesito tumbarme en el sofá y poner las piernas en alto.”

“La situación es peor en verano” – comenta – “con el calor, las piernas se me hinchan y siento un picor en toda la parte de atrás que no lo puedo aguantar. Estoy deseando que no haya clientes en el establecimiento para pasar un momento a la trastienda y sentarme en el taburete. No es porque sea una floja. Lo necesito para aguantar toda la jornada laboral.”

Marina me cuenta que ha probado diferentes remedios para resolver su problema de varices. Ponerse cremas en la zona, usar medias de compresión, aplicarse masajes con aceites esenciales… Nunca ha querido recurrir a la cirugía porque le han dicho que deja cicatrices, pero, según dice, ha llegado el momento de planteárselo seriamente.

Veamos un poco más qué son las varices y los tratamientos médicos que existen para abordarlas.

¿Qué son las varices y por qué aparecen?

Las varices son venas hinchadas y retorcidas que se encuentran debajo de la piel. Aunque lo más frecuente es que aparezcan en las piernas, la web médica N.H.B.I., de Instituto Norteamericano “Heart, Lung and Blood” comenta que no son exclusivas de esta parte del cuerpo. De hecho, las hemorroides son un tipo de varices. Otra variedad de varices son las arañas vasculares, que se pueden aparecer en los brazos e, incluso, en la cara, sobre los pómulos.

Las varices son una afección común que se produce en válvulas venosas dañadas. Dentro de las venas existen unas válvulas que se abren y se cierran para permitir el paso de sangre por su interior. Son como unas pequeñas bombas de bombeo que facilitan que la sangre circule en un sentido con dirección a los riñones y al corazón.

Cuando estas válvulas débiles o dañadas no actúan como corresponde, pueden hacer que la sangre se acumule en su interior o que fluya en dirección contraria. Es lo que se conoce como reflujo.

Aunque la aparición de varices tiene un componente genético, esta no es su causa principal. Digamos que actúa como una especie de predisposición. El desarrollo de varices está relacionado con otros factores como el sobrepeso, tener un estilo de vida sedentario, pasar demasiado tiempo de pie o hacerlo sentado. La edad también afecta. Con el paso del tiempo, las paredes de las venas se van haciendo más delgadas, lo cual favorece el desarrollo de venas varicosas. Los embarazos son otra de las circunstancias en las que es habitual que  aparezcan varices.

Tratamientos.

Aunque existen distintos productos, algunos de ellos de venta en farmacia, que pueden paliar los efectos de las varices, voy a centrarme en los tratamientos médicos. Estos son algunos de los más utilizados:

  • Crioesclerosis.

Consiste en aplicar frío extremo para cerrar las venas afectadas por las varices. Esto se hace inyectando una solución esclerosante en la vena a través de una pequeña aguja. El cambio de temperatura radical hace que la vena reaccione cerrándose definitivamente. Para mejorar la eficacia del tratamiento es normal que en la zona se apliquen compresas frías. Debemos partir de que la Crioesclerosis no es adecuada para todo tipo de varices. Se utiliza cuando estas tienen un tamaño pequeño o mediano.

  • Escleroterapia líquida.

Es un tratamiento parecido al anterior, solo que en esta ocasión se inyecta otro medicamento esclerosante líquido acompañado de un anestésico local. Se emplea en las primeras fases de las varices, cuando surgen las arañas vasculares. Un grupo de venas azuladas entrelazadas que se transparentan bajo la piel.

  • Escleroterapia con espuma.

Este es un tratamiento ambulatorio, no invasivo, que permite eliminar una gran parte de las varices. Desde las más superficiales hasta las más grandes. La principal característica de este tratamiento es que en la vena se inyecta una especie de espuma que no se mezcla con la sangre, sino que la desplaza y se queda inmóvil. Esto impide el paso de la sangre por la zona afectada, haciendo que las válvulas se cierren y obligando al sistema circulatorio a conducir el plasma por otras venas.

Este tratamiento se realiza sin anestesia y sin reposo. Lo que sí es posible es que para aplicarlo, el o la paciente tenga que someterse a varias sesiones, utilizando, mientras tanto, una media compresora en la zona.

  • Eliminación por láser.

Actualmente, se pueden tratar las varices con un láser endovascular. Consiste en pequeñas ráfagas de luz láser que van eliminando las varices. Aunque se puede aplicar sobre cualquier tipo de varices, ha demostrado ser eficaz en la eliminación de varices de pequeño tamaño y arañas vasculares, mientras que no ofrece resultados óptimos cuando se trata de varices más pronunciadas.

  • Microcirugía.

Es un tratamiento ambulatorio, ya que no requiere internamiento. Se trata de una serie de micro-incisiones que se realizan para extirpar parte de la vena dañada o para cerrar el paso de sangre. Se efectúa con anestesia local. Tras la intervención, el paciente sale del centro sanitario, aunque requerirá unos días de reposo en casa para reponerse. La intervención no deja secuelas ni marcas físicas.

Por último nos quedaría la solución quirúrgica. Los médicos la recomiendan como la última opción.

¿Cuándo se recurre a la cirugía para tratar varices?

Se recurre a la cirugía para eliminar las varices cuando se aprecia que existe una afección venosa severa, como puede ser venas grandes y dilatadas, visibles desde el exterior o complicaciones tales como úlceras en las piernas o decoloración en la piel. Estas situaciones suelen ir acompañadas de efectos secundarios como dolor agudo en la pierna y calambres nocturnos.

Por lo general, la intervención quirúrgica se efectúa con anestesia general, por lo que el paciente no es consciente de los que le están haciendo. La operación dura entre 2 y 3 horas. El procedimiento más frecuente, según cuenta la web médica Top Doctors, es el que se conoce como “ligadura y extirpación”.

Primero se hacen dos incisiones en la vena varicosa, atando y sellando los dos extremos. De esta manera se evita el paso de sangre por ellas. A continuación se procede a extirpar la porción de vena acotada. La operación suele ir acompañada de un periodo corto de descanso en la clínica o en el hospital.

Existe mucha leyenda urbana en torno a la cirugía de varices. Se dice que suele dejar marcas en la piel y cicatrices. Rara vez sucede esto. Lo que sí es frecuente es que aparezca un ligero hinchazón en la zona que irá desapareciendo en pocos días. El periodo de recuperación después de una operación de varices suele ser de 10 días, prolongándose como mucho hasta las dos semanas.

Cambios en los hábitos de vida.

Someterse a un tratamiento de varices, ya sea ambulatorio o quirúrgico suele implicar una serie de cambios en los hábitos de vida del paciente para impedir que aparezcan nuevas varices. El médico puede recomendarnos que los apliquemos antes de iniciar el tratamiento para aliviar los síntomas y para impedir que las varices empeoren. Estos son los más habituales:

  • Perder peso y tratar de mantenerse dentro de un peso saludable. Para mejorar la circulación de la sangre y disminuir la presión sobre las venas.
  • Mantenerse físicamente activo. Esto significa caminar al menos una hora al día, correr, ir en bicicleta, practicar algún deporte. En fin, evitar el sedentarismo.
  • No usar tacones altos, ni botas que limiten el movimiento de los tobillos. Debemos usar calzado cómodo que no obstruya la circulación normal de la sangre. La mejor opción es usar zapato o deportiva de punta redondeada, con un tacón o inclinación de unos 2 centímetros.
  • No mantenerse sentado o de pie durante periodos largos de tiempo. Procure cambiar de posición a menudo y sobre todo, muéstrese activo.
  • Dejar de fumar. El tabaquismo afecta a la circulación de la sangre y aumenta el riesgo a padecer varices.

Las varices no son un tema menor. En cuando aparezcan, visita a tu médico o a un especialista para que efectúe un seguimiento y te proponga el tratamiento más adecuado.