Medicamentos y mascotas

Nos encanta automedicarnos. No se sabe muy bien a que se debe, pero es así. Tal vez sea por no ir al médico o porque hemos tomado algún medicamento en alguna ocasión, nos fue bien y repetimos, o por no tirarlos a la basura. Da igual la razón, pero es una realidad: hasta hace pocos años, la automedicación era la primera medida frente a cualquier dolencia conocida. No es algo que digamos nosotros, nuestros amigos de la Farmacia Ramón Ventura, profesionales con larga trayectoria en el sector y expertos en este tipo de test de intolerancia alimentaria en Barcelona, lo corroboran.

Tomar medicamentos alegremente, no es buena idea. Tampoco lo es tomarlos sin alegría, la verdad. En cuanto a fármacos, lo mejor es poco y en ocasiones necesarias. Siempre bajo prescripción médica y con atención a las pautas del profesional de la salud. Esto, tan importante para nosotros, los humanos, hay que llevarlo al mundo de nuestras mascotas. A todo propietario de un peludo, se le ha pasado por la cabeza alguna vez darle alguna de nuestras “pastis” para aliviar su dolor. Esas ocurrencias, llenas de buena voluntad, deben salir de manera inmediata de nuestras cabezas. Se trata de un pensamiento que, ejecutado, puede resultar sumamente peligroso para nuestros peludos amigos.

En este artículo, vamos a hablar precisamente de este asunto, los medicamentos humanos y las mascotas. Para entender un poco mejor porque no es una buena idea dar un paracetamol cuando sospechamos que a nuestro perro o gato, le duele la cabeza. Es fácil sentir esa tentación, cuando ves a tu mascota mustia y no sabes que le puede pasar, la idea de curarle conlleva esos pensamientos de proporcionar alivio inmediato. Pero, cuidado, en la mayoría de ocasiones, ni siquiera sabemos si al perro le duele algo o que le pasa. Lo que nos puede parecer una indigestión puede ser una intoxicación o lo que nos puede indicar ganas de juego, dolor de tripa.

Antes de actuar, lo mejor es acudir a un veterinario que es el más indicado para averiguar lo que le sucede al animal y actuar en consecuencia.

Medicamentos perjudiciales para las mascotas

Aunque no es conveniente medicar a ningún tipo de animal con medicamentos humanos, nos referimos en particular a perros y gatos que son los más habituales. Ni que decir tiene que para otro tipo de mascotas, las precauciones deben ser mayores todavía.

Sabemos que lo lógico es que, ante el malestar de nuestra mascota, acudamos al veterinario de forma inmediata. Son muchas las ocasiones en las que no es posible hacerlo y, numerosas las razones que lo pueden impedir en un momento dado. Ante esta situación, muchas personas sienten esa necesidad de aliviar al perrete o gatito ofreciéndoles alguno de los medicamentos de su botiquín particular. Si auto medicarse uno mismo no es bueno, hacerlo con un animal es más que arriesgado, una temeridad.

Debemos ser conscientes de que todos los medicamentos que consumimos deben ser autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Siendo en el caso de los medicamentos para animales, necesarios unos ensayos específicos sobre ellos para conocer cómo responden a los medicamentos y cuáles son las dosis recomendadas.

Esto hace necesario que para utilizar un medicamento en animales, se requiera una receta del veterinario. Incluso aquellos medicamentos que se pueden adquirir sin receta, deben ser siempre consultados con el veterinario antes de comprarlos. En estos casos, no sucede como con los medicamentos humanos que el propio farmacéutico, puede asesorar con suma fiabilidad al respecto. Cuando se trata de medicamentos para animales, aunque puedan adquirirse en la farmacia, los farmacéuticos no siempre conocen sus propiedades al cien por cien.

Llegados a este punto, es necesario señalar que, una de las causas de intoxicación que se da con mayor frecuencia en mascotas, es la utilización de medicamentos inadecuados para ellos. En muchas ocasiones, podemos observar que el veterinario receta medicamentos humanos a nuestro peludo.  Cuando hace esto es debido a que los principios activos que lo componen son los mismos que requiere el tratamiento. En estos casos, el veterinario tendrá en cuenta las características del animal en concreto para pautar las dosis. Es fácil comprobar como algunas de esas pastillas, se dividen en trocitos para adaptar la dosis.

Cuando por la razón que sea, no existe una alternativa específica para tratar la dolencia del animal, el veterinario evaluará los riesgos y beneficios, antes de recetar el medicamento para humanos. Hay que tener presente que, debido a las características de los animales, tan diferentes a las humanas, tanto en cuestiones de absorción como de eliminación de los fármacos, algunos medicamentos, quedan absolutamente prohibidos. En el caso de que se les deba suministrar algún medicamento humano, repetimos, hay que seguir a rajatabla las pautas de administración que especifique el veterinario. De no ser así, podríamos exponer a nuestra mascota a una intoxicación y agravar sus dolencias.

Entre las intoxicaciones por medicamentos más frecuentes que se ven en las clínicas veterinarias, se encuentran las debidas a ingesta de ibuprofeno, tóxico para perros, en dosis superiores a los cinco miligramos por kilo de peso. El ácido acetilsalicílico, cuyas dosis terapéuticas y tóxicas se acercan peligrosamente. Los antibióticos deben utilizarse siempre bajo prescripción veterinaria. El diazepam, muy utilizado en veterinaria, debe ser pautado de forma muy meticulosa y estricta. Los fármacos diuréticos como la espirinolactona o furosemida, conllevan la deshidratación del animal. Los antihistamínicos, utilizados para la alergia, pueden resultar más peligrosos que beneficiosos con una administración inadecuada.

Riesgos de los fármacos humanos en animales

Como venimos diciendo, los medicamentos de uso humano, ya sean comprimidos, jarabes, aerosoles o pomadas, pueden ocasionar graves daños en la salud y el desarrollo de nuestros animales de compañía. Por esta razón, conviene recordar constantemente a los propietarios que deben ser conscientes de que los productos que utilizamos para nosotros, pueden no ser buenos para ellos, por mucho que se trate de un medicamento genérico.

Si tenemos en cuenta los datos que aportan los grandes centros hospitalarios veterinarios, al menos una vez al mes, se encuentran con casos de intoxicación por administración de fármacos humanos en perros o gatos. Esta administración, puede ser accidental o intencionada, pues algunos animales también se auto medican sin saber lo que hacen, por lo que no conviene dejar a su alcance, llamativos blísteres de pastillas.

Cabe señalar que, el metabolismo de las mascotas es muy diferente al nuestro, por lo que los tiempos de tolerancia o eliminación de los medicamentos, es igualmente diferentes, siendo las consecuencias de la automedicación peluda, potencialmente letales en determinados casos.

Una de las causas principales que conlleva el ingreso de la mascota en una clínica veterinaria, se da a consecuencia del uso de antiinflamatorios de uso humano, en mascotas. Sea por toxicidad directa o sobredosis, su administración genera graves e importantes lesiones a nivel digestivo, renal, hepática o sanguínea, muchas veces de manera irreversible.

Por otro lado, no solo existe riesgo por ingestión de medicamentos. Los veterinarios, advierten que la exposición o contacto prolongado con medicamentos humanos usados en nosotros mismos, pueden derivar en problemas de salud para las mascotas. Como ejemplo, podemos tomar el uso de una pomada de cortisona que puede ser administrada en cualquier persona en su piel. Al estar en contacto con el animal, de forma indirecta, puede darse el caso de llegar a desarrollar síndrome de Cushing en un perro. Los síntomas de esta patología son alopecia, sed, orina excesiva, hambre constante y abdomen hinchado.

Otro ejemplo, lo encontramos en los aerosoles de estrógenos que se utilizan para tratar los síntomas de la menopausia. Una exposición prolongada pude producir en las mascotas, hiperestrogenismo, causando anemia y con graves consecuencias.

Estos ejemplos nos indican que debemos tener sumo cuidado para que nuestras mascotas no entren en contacto con los medicamentos humanos que pueden ocasionar graves daños en ellos. Evidentemente, en la mayoría de los casos en los que se produce una ingesta o exposición a los mismos, la responsabilidad es de los dueños, razón por la que hay que ser conscientes de los daños que, sin querer, se les pueden ocasionar.

Ante la duda o en caso de algún contacto accidental de las mascotas con medicamentos de uso humano, es fundamental acudir a un veterinario para que realice las pruebas correspondientes y determinar el alcance.

En resumen, si queremos a nuestros peludos, no debemos darles medicamentos de ningún tipo. Salvo que estén convenientemente recetados y pautados por un profesional de la veterinaria. Medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol, tan habituales en todos los hogares, deben encontrarse lejos de los peludos, pues su ingesta, puede resultar fatal.

Los medicamentos como las benzodiacepinas, desarrollados para reducir la ansiedad, pueden sin embargo, producir el efecto contrario en los perros, agitarlos y ponerlos ansiosos o, producir letargo excesivo, insuficiencia respiratoria y descoordinación. No podemos predecir el efecto que va a causar un determinado fármaco en los animales, por lo que lo mejor es prevenir y evitar que estos medicamentos estén a su alcance y, por supuesto, no jugar a los veterinarios y administrárselos por cuenta propia.

En cualquier caso, lo mejor para perros, gatos y otros animales entre los que se incluyen los humanos, es no tener que tomar ningún medicamento.