El excesivo uso de las redes sociales y la libertad que tienen los menores para su uso crea un pozo sin fondo de complejos y problemas de autoestima que afecta a millones de niños y adolescentes en todo el mundo. Para muchos niños esto se acaba convirtiendo en un grave problema psicológico que puede desencadenar en comportamientos que resulten peligrosos para ellos mismos.
Los complejos y la falta autoestima que nacen de las redes sociales se basan en el hecho de compararse o envidiar a personas que no se conocen pero que ven a través de las pantallas, haciendo que los menores creen una imagen distorsionada y edulcorada de la vida de los demás, ya que las personas que ven en las redes presentan perfección en sus cuerpos, trabajos y vidas en general.
Muchas menores ven vídeos de personas en redes conocidas como lo son Instagram o Tiktok, en los que los llamados influencers venden prácticamente su vida a través de internet enseñando y presumiendo de su aspecto físico, lo cual despierta inseguridades en niñas y niños que no se ven a la altura; no se ven tan delgados, altos, guapos y perfectos como las personas que aparecen en las pantallas. En la actualidad estos problemas se originan en los móviles, pero este problema siempre ha estado presente en la sociedad; ya en el pasado ocurría con las revistas y la televisión donde siempre se han mostrado cuerpos con medidas perfectas. Si lo pensamos fríamente es lógico, ya que ningún medio ni ninguna persona mostrará sus imperfecciones y problemas ante los demás. Por ello el uso de Photoshop, los filtros o el maquillaje es esencial en éstas personas influyentes para parecer perfectas, ya que son el centro de miradas de muchas personas. Por supuesto se necesita cierta madurez para poder afrontar esta realidad sin lanzarse a juzgarse a uno mismo al ver a estas personas en internet.
¿Qué son los TCAs?
Uno de los problemas más serios a los que puede enfrentarse un niño o un adolescente son los TCAs o trastornos de conducta alimentaria y por desgracia, son de los problemas más comunes en todo el mundo. Los más conocidos son la anorexia, la bulimia y la obesidad, pero realmente existen muchos más. Éstos aparecen cuando una persona está enfrentándose a un problema de autoestima tan grande, que no puede llevar a cabo con normalidad algo tan básico para un ser humano como es comer.
Los datos son alarmantes, poniendo de manifiesto que los TCAs son causantes de 10.200 muertes al año, lo cual equivale a una muerte cada 52 minutos. Según el periódico El País los estudios demuestran que los TCAs son generados directamente por el uso indebido de las redes sociales y la existencia de influencers, esto los convierte en una de las principales causas de enfermedad en adolescentes y niños en todo el mundo.
Para poder ayudar a nuestros hijos a prevenir estos problemas lo primero es conocer la existencia de los trastornos que existen (al menos los más comunes y preocupantes) para empezar a tratarlos desde su inicio.
Tipos de trastornos de la conducta alimentaria
- Anorexia.
La anorexia se podría definir como el miedo a comer ya que provoca que quienes lo padezcan dejen significativamente de comer por un enorme miedo a subir de peso y acabar con sobrepeso.
Las personas que la padecen mantienen una visión completamente distorsionada de ellos mismos, siendo capaces de verse grasa incluso en lugares donde solo hay hueso. Este trastorno nace del pensamiento de que las personas deben estar muy delgadas para ser atractivas.
No predican nada relacionado a una buena salud o mantenerse en forma, todo es enteramente por mantener un buen atractivo físico, lo que hace que se vuelvan personas tan exigentes consigo mismas que nunca les parecerá suficiente, llevando a muchas de ellas a la muerte.
Es primordial permanecer atentos por si existe algún tipo de rechazo hacia la comida en nuestros hijos, como ver si se comen toda la comida que se sirve en la mesa o saber si están dejando de comer en la escuela (tirando el desayuno a la basura). A su vez es muy importante también estar al tanto de lo que ven en redes y mantener conversaciones sanas con ellos para mejorar su autoestima e incentivar su desarrollo personal, así como no ignorarlos cuando oigamos comentarios que hagan fuera de contexto sobre su aspecto físico o lo que deberían comer o no. La anorexia puede iniciarla una inocente dieta o incluso un comentario de otra persona fuera de lugar, por lo que se recomienda estar especialmente atentos para prevenirla.
- Bulimia.
La bulimia es un comportamiento que se basa en la culpabilidad que siente una persona que no está a gusto con su físico cada vez que come, pero que a su vez se siente incapaz de dejar de comer como pasaría con la anorexia.
Se trata del mismo problema de autoestima y la falsa percepción de tener un físico perfecto.
Las personas bulímicas nunca están tranquilas con la comida y tienen episodios en los que se dan atracones de comer para más tarde obligarse a devolver toda la comida ingerida para sentirse mejor consigo mismas. Esto incluye uso de laxantes, vómitos, restricciones alimentarias, prácticas excesivas de ejercicio físico y drogas para bajar de peso.
Como con la anorexia este trastorno se puede prevenir manteniendo una constante atención en niños y adolescentes que presenten síntomas claros como son:
-Comer a solas o a escondidas.
-Empezar dietas sin supervisión (algunas sacadas de internet y muy peligrosas) o dietas que claramente no necesitan y no recomendadas por su médico.
-Hace mucho ejercicio, en especial a escondidas.
-Clara evidencia de vómitos frecuentes (muchas visitas al cuarto de baño, mal aspecto de la dentadura, mal aliento).
-Desaparición de alimentos, lo que daría lugar a que esa persona se está dando atracones cuando nadie la ve.
-Constantes comentarios nocivos hacia su figura y mucha exigencia con el aspecto físico.
-Síntomas severos de ansiedad.
Para este tipo de problemas los profesionales recomiendan terapia y el uso de medicamentos contra la depresión y otras afecciones, que son los IRSR (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Se ha demostrado que éstos son altamente efectivos en personas bulímicas ya que disminuyen su ansiedad y sus síntomas depresivos que los llevan a comportarse de esas maneras.
- Obesidad.
Es un trastorno muy grave que produce el efecto contrario a la anorexia; la persona que padezca obesidad comerá sin tregua por acallar su ansiedad, incluso cuando no tenga hambre, lo que puede hacer que llegue a pesar más de lo que aguanta su cuerpo y llevarla irremediablemente a la muerte por fallo cardiaco.
La obesidad infantil es un problema muy extendido en todo el mundo. Los traumas, la constante comparación con otras personas o las carencias afectivas pueden llevar a un adolescente a encerrarse en una depresión que sobrellevará comiendo en exceso y lo empujará a odiarse cada vez que se mire al espejo.
Un niño que sufre obesidad durante la infancia tiene más probabilidades de padecer un trastorno de conducta alimentaria en el futuro cuando sea adolescente, como la anorexia o la bulimia.
Podemos evitar el desarrollo de cualquiera de estos trastornos citados si mantenemos una relación sana con nuestros hijos, si promovemos llevar un estilo de vida saludable y les informamos acerca del buen uso que se debe hacer de las redes sociales.
La importancia de tratar los TCAs con un equipo profesional.
Los profesionales informan de que es primordial tratar estos problemas con un equipo de psicólogos y centros especializados en el caso de encontrarnos a nuestros seres queridos atrapados bajo estos trastornos.
De hecho, insisten en que a pesar de que el problema no nos parezca para tanto o no lo veamos muy avanzado, deberemos consultar ante cualquier indicio con un especialista inmediatamente, porque ellos sabrán cómo tratar el problema desde su raíz para poder solucionarlo.
Bien es cierto que nuestro apoyo o el de un amigo puede ayudarles a detectar que tienen un problema o a sentirse mejor, pero nosotros no sabemos bien como tratar estos trastornos y en algunos casos podemos hasta empeorarlo.
Los equipos especializados sabrán abordar el problema desde la primera consulta diferenciando cada uno de los trastornos que pueden sufrir nuestros hijos y aplicando una metodología diferente para cada uno, ya que a pesar de tener los mismos trastornos no se puede aplicar el mismo tratamiento para todos.
Este método de tratar los TCAs es el utilizado por muchos profesionales como es el caso del equipo médico CentroUno, los cuales manifiestan que a cada paciente se le debe de aplicar un procedimiento diferente y exclusivo acorde a la situación en la que se encuentre. Además, dado que trabajan con menores, recomiendan la implicación de las familias de cada paciente en la terapia, para que entre todos puedan aprender técnicas y métodos con los que ayudar desde casa a sus hijos aportando su grano de arena en este proceso.