La formación en seguridad, indispensable para los trabajadores de la construcción

La educación y la formación en distintos asuntos no acaba cuando salimos del instituto o de la universidad y empezamos a trabajar. En absoluto. Sigue estando en nuestra vida, aunque sea de maneras diferentes a las que hemos venido siguiendo y en espacios distintos a un aula. Cada día aprendemos algo nuevo de la actividad que estamos realizando y la verdad es que es precisamente eso lo que nos ayuda a desarrollarnos como personas. Nunca paramos de aprender. Y menos mal que es así. En caso de que fuera al contrario, estaríamos perdidos en esta vida.

Está claro que cuando más volumen de formación recibimos es durante la infancia y la adolescencia. No tenemos otra ocupación en ese momento y es lógico que se nos quiera proporcionar una base para que más tarde podamos desarrollarla. A medida que vamos creciendo, ya tenemos que ir poniendo en práctica todo lo que hemos aprendido y debemos hacer todo lo posible por seguir formándonos para ampliar conocimientos y hacer posible que podamos ser profesionales más desarrollados. Desde luego, eso es lo que va a permitir que podamos ser más eficaces… y también trabajar con una mayor seguridad.

Acabamos de mencionar el concepto de “seguridad” y os podemos asegurar que lo hemos hecho con toda la intención del mundo, porque es precisamente este campo el que requiere de una formación cada vez más grande. Hemos sido testigos, tanto en España como en otros muchos puntos del mundo, de las condiciones tan peligrosas en las que se trabaja en algunas empresas. Los accidentes de trabajo han sido bastante numerosos y ahora hay una ciencia que se llama prevención de riesgos laborales que tiene que velar para que esos accidentes no se produzcan. Y lo primero que hay que hacer para conseguir ese objetivo es precisamente el de educar, el de formar a las personas que se desempeñan en trabajos que tienen riesgos.

Las personas que trabajan en lugares en los que se necesita un enorme despliegue en materia de prevención de riesgos laborales necesitan ser formadas para usar todo ese material de una manera correcta y evitar problemas en todo lo que tenga que ver con ese tema. Un buen ejemplo de ello podría ser el del sector de la metalurgia, que dispone de cámaras termográficas a fin de poder evitar incendios. En ese sector, los equipos de protección individual también son bastante importantes y lo primero que suelen enseñar a los aprendices es a ponérselos bien para que no tengan ningún problema.

Podríamos hablar también de un sector como lo es el de la logística o el almacenaje. En lugares como estos se trabaja con mucha maquinaria que hay que saber usar de una manera correcta y también es necesario que se tenga en consideración cualquier cosa que se relacione con la manipulación de las cargas. Y aquí, por supuesto, también hay equipos de protección individual y una manera muy concreta en la que circular por las instalaciones cuando se conduce alguno de los vehículos que se usan para transportar las cargas dentro del almacén.

Por supuesto, el trabajo de albañilería también conlleva una importante formación, sobre todo si se desarrolla en altura. Cuando se está levantando un edificio o una casa, hay determinadas actividades que realizamos en altura y para las que se requiere de un cierto conocimiento que debe ser adquirido cuando empezamos a trabajar en este sector. Lógicamente, además del conocimiento es necesario que se disponga de los materiales necesarios para garantizar que no nos podamos caer al vacío, lo que sin duda depararía una muerte nada agradable. Por desgracia, situaciones así se han visto durante muchos años tanto en España como en otros países. Aunque aquí ya se está solventando este tema, hay otros lugares en el mundo en el que ese es el pan de cada día. Y no hay derecho a que así sea.

Un albañil necesita tanto conocimiento como sea posible transmitirle en materia de seguridad. Los riesgos que implica su trabajo son más que evidentes y se multiplican si se tiene que desempeñar en altura. En este sentido, la empresa para la que trabaja debe suministrarle todos los equipos de protección necesarios para evitar que se produzca cualquier desgracia. Y aunque las empresas españolas sí que disponen de ese tipo de equipos, es imprescindible que le proporcionen a su gente la formación necesaria para no exponerse. Afortunadamente, esa formación está más a mano que nunca puesto que existe Traltur, que no solo proporciona elementos que van a hacer posible que se garantice la seguridad de los albañiles, sino que también puede proporcionar formación para el uso de sus productos.

Ni que decir tiene que esa formación va a marcar la diferencia en todos los sentidos. Va a hacer posible, como veníamos diciendo, que la seguridad se refuerce y que no tengamos que sufrir desgracias en un entorno como este. Pero es que, además, va a ser la responsable de que un albañil trabaje de manera mucho más rápida y eficiente. Y es que la seguridad es siempre el primer paso para garantizar la eficiencia. Si un empleado no se siente seguro, va a tardar mucho más en ir sacando su trabajo adelante, que no os quepa ninguna duda al respecto.

Un sector en el que es necesaria la formación porque ha vuelto a resurgir 

Ya sabéis cómo era España antes de que llegara la crisis económica que se produjo en el año 2007. Éramos un país en el que la construcción era el motor de la economía, cosa que no estaba mal pero que, de alguna manera, nos condenó por el hecho de que no diversificamos las inversiones. El sector se hundió de una manera tremenda y la verdad es que tardamos en recuperarnos de un palo tan gordo como aquel.

Ahora, el sector de la construcción está volviendo a recuperar la grandeza perdida en el interior de nuestras fronteras. Lo está haciendo por dos motivos: porque vuelve a ser necesario levantar pisos y viviendas y porque se está incentivando todo lo que tiene que ver con las rehabilitaciones de edificios que ya se han quedado viejos y que necesitan una renovación para mantenerse en pie. Eso está haciendo que vuelva a ser necesaria la mano de obra en este campo… y que haya que formarla en materia de seguridad y prevención de riesgos laborales, que es justo lo que estábamos comentando más arriba.

En una noticia que vio la luz en el portal web de The Objective en septiembre de 2023 se manifestaba que nuestro país necesitaba 700.000 trabajadores en el sector de la construcción. Esta cifra deja claro que el sector ha vuelto a recuperar esa grandeza que tuvo en otra época y que vuelve a ser un motor para nuestra economía, aunque es verdad que ahora hay otras actividades, como el turismo, que están permitiendo que la economía española no dependa tanto ahora de una labor como la de la construcción. Tenemos un sector que es potente pero que en ningún caso genera dependencia, lo cual es perfecto para nuestros intereses.

De acuerdo a lo que manifiesta otra noticia, en este caso publicada en el portal web del medio de comunicación Alimarket, el número de trabajadores del sector de la construcción creció un 3% en 2022. Es otra de las cifras que representa un crecimiento en el sector y que deja claro que la tendencia en los últimos años es buena. Hay que mantenerla a toda costa, algo que estamos seguros de que se va a conseguir precisamente porque la rehabilitación de edificios, de la que ya hemos hablado, es más que necesaria en muchísimas zonas de nuestra geografía y está bonificada en la mayoría de las ocasiones por fondos tanto nacionales como europeos.

Es indispensable que se mantenga esta tendencia en el sector de la construcción. Aunque el turismo sea ya la actividad más importante dentro del Pib de nuestro país, no hay mejor barómetro que el de la construcción para saber cómo se encuentra la economía nacional. Cuando la construcción funciona, como ahora, la economía también lo hace. Y cuando es al revés, la situación se complica de lo lindo en los mercados españoles.

Es realmente necesario destacar el mérito que tiene una actividad como la construcción, que ha sabido recuperarse con suficiencia de una situación tan complicada como la que nos dejó la pandemia. Y es que, poco después de las restricciones, ya estábamos creciendo de nuevo en este sentido, algo que no era fácil pero que se consiguió en el interior de nuestras fronteras. Eso tiene un mérito brutal y no se podía haber conseguido si no se empezara a trabajar desde la base, desde la formación que todos los trabajadores de la construcción necesitan en materia de seguridad. Ojalá que sigamos caminando por este sendero de crecimiento y de refuerzo de la integridad física de los albañiles. Sería una noticia magnífica y que seguiría haciendo de este sector un verdadero potenciador económico.